Cuba.Día18. Baracoa – Santiago de Cuba

Y llegó el día, el día de la despedida. No me quedaban muchos días pero me hubiese quedado una semana más. Tenía pendiente una promesa: Llevar a Anael a Punta Maisí, su tierra de origen, porque cuando se lo plantee se negó a que cambiara mi itinerario pero me prometió que si volvía que accedía a ir conmigo y contarme cómo es esa maravillosa tierra del sudeste de Cuba.

Lo primero que hice fue despedirme de él dándole las gracias por cuidar de la bici y a su señora regalando dos tabletas de turrón que se me antojaba algo de lujo para ellos como así me lo agradecieron y su dedicatoria, claro.

Después fui a despedirme de Camilo llevándole la bici . Había perdido la llave del candado el último día a última hora en la playa pero le compensé la pérdida comprometiéndome a llevar uno nuevo con muchas copias por si volvía y pagando por la pérdida como era justo.

Finalmente me despedí de la familia Ochoa que me había acogido. Compré una botella de ron a Antonio y la mejor colonia que se podía comprar allí: Mariposa. Nunca se me olvidará ese nombre de colonia porque Iliana, la señora, una vez hablando en el salón me preguntó porqué no llevaba colonia. Colonia, jajaj, todo era mini en mi mochila por el peso y una colonia es como llevar sartenes. Pero la respuesta me sorprendió; me comentó:- El francés de la otra habitación siempre va oliendo a colonia, me gusta porque así podemos oler otros perfumes distintos a los que había aquí. En ese momento aproveché para preguntarla qué tipo de colonia era la mejor por aquí y me comentó que esa, mariposa, que ella misma me vendió en la droguería que trabajaba. Fue gracioso ver su cara cuando me vio aparecer en la tienda y pedí la colonia para envolver.

Así que, llegado el momento, cumplidos unos días maravillosos volvía a Santiago para disfrutarlo, poco tiempo tenía pero ya no me quedaba senderismo por recorrer, tenía pensado descansar paseando por sus calles, haciendo fotos y lo mismo haría en La habana hasta mi regreso.

  Os dejo unas fotos de Baracoa para comprender qué podéis encontraros y las satisfacciones ocultas que esconde la localidad.

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